Es cosa de hombres…

8 12 2010

Llevábamos tiempo pensándolo, pero nunca encontramos la ocasión idónea. Quizá porque me quedan exactamente 7 días aquí, ayer finalmente decidimos resolver el dilema. 4 hombres, 1 trofeo. Y no lo resolvimos a golpes, ni jugando al fútbol, ni tan siquiera con la Wii. Estaba en juego ser el mejor cocinillas, y todo giraba en torno al I concurso de tortillas «Villa de Konz»!

Cartel de bienvenida al concurso!

El jurado estaba formado por 3 mujeres, que en un principio decidirían xual era la mejor tortilla. Mis primeras impresiones no eran positivas. El jurado estaba formado por novia, esposa, hermana o casi-prima del resto de los competidores, excepto de mí. Pero bueno, si ganaba la victoria sería más épica! 😀 Así que a eso de las 13:45 llegué a Konz y un minuto antes llegaron también David, Ainhoa y Jorge a casa de Rafa. Tras saludar a Marián y Conchita, dimos un momento de tregue a Rafa para que terminase su tortilla, y retiramos los papeles de aluminio de los platos para mostrar las candidaturas…

Aspirantes al concurso de tortillas

He aquí a los aspirantes!

Y he aquí a los candidatos: David con su tortilla de patatas con atún… pero no un atún cualquiera, de la mismísima Conservera del Cantábrico! Jorge con su tortilla estilo Norteño, con ensalada y mayonesa, por debajo de una tapa de huevo cuajado! Rafa con su tortilla Betanzeira! Y yo con mi tortilla i+D. El i+D viene de que me quedé sin cebollas y me tuve que ir al turco a comprar. Y allí solo tenían cebollas rojas.  Y luego para que tuviese cierto grosor tuve que recurrir a la sartén pequeña que tengo, así que me salió una mini tortilla con cebolla roja… 😀

Cortamos las tortillas, servidas con buen vino y acompañadas con aperitivos de todo tipo. Cuando le empezamos a hincar el diente a la tortilla, todos nos pusimos en modo gourmet: «Le falta sal», «Pues a mi me gusta salada», «El huevo esta muy hecho», … como si fuesemos críticos gastronómicos! Pero en el fondo nos estábamos poniendo las botas a base de tortilla! Y así sucedió, que el jurado pasó olímpicamente de las votaciones y decidieron dejar el concurso desierto 😀 Después, un trocito de Apfelstrudel casero y un cafelito dieron paso a una partida de Monopoly alemán que me regalaron por mi cumpleaños. Junto a las tarjetas del juego había que tener un diccionario de alemán, y aún así había cosas que no entendíamos, así que algunas reglas eran aplicadas a nuestra forma.

Monopoly en alemán! Con el diccionario siempre al lado!

A eso de las 7 y media nos fuimos a Trier, a tomar un Glühwein en el mercado navideño bajo la nieve y el frío intenso. Y ya cuando lo cerraron nos despedimos. Y esta despedida ya era de verdad con algunos. Quedamos en mantener el contacto, y nos despedimos. Y según me iba me dí cuenta de que solo me queda una semana en Trier. Esto se acaba, no hay marcha atrás…

Pero no nos pongamos tristes, me queda una semana en la que tengo visita (una más) y además viene MJ. Así que todavía queda por ahí alguna cosa… 7 días dan par mucho!!!!