Calle del jabalí duro

Sí, no lo niego, pero esa es la traducción que me da Google del nombre de la calle donde vivo. Su nombre alemán es Eberhardstraße, que se pronuncia como iberjarstrase. Bonito, ¿verdad?.

Eberhardstraße, mi calle!

La cosa es que la calle donde vivo me gusta, y quiero enseñarla. Dentro del barrio, que es Trier-Süd, y que está lleno de casas antiguas, la mía es de las que más concentración tiene de casa antiguas. La gran mayoría se construyeron a principios del Siglo XX, y aunque ahora todas están divididas en apartamentos, se nota que eran casas unifamiliares. Entre otras cosas, porque la mayoría de las casas tienen un sólo balcón. Lo cual les delata.

Uno de los balcones

Todo este rollo de enseñar mi calle viene porque Marijose y yo queríamos hacer una foto de la calle desde hace tiempo. A ser posible, en un día soleado. Y pasaron tres meses y nunca la hicimos. Anoche no salí, porque el Viernes fuimos a una fiesta a la Universidad y el Sábado amanecí hecho un escombro, así que esta mañana me he despertado temprano, y no me podía creer que el cielo estabaazul y hacía un solazo de miedo! Así que me he hecho un café, un zumo de naranja y unas tostadas, me he vestido, he cogido la cámara y me he ido de fototour por Trier, y he aprovechado para hacer las fotos de nuestra calle. Espero que os gusten!

Luego tengo algunas curiosidades de mi calle. Existe una tienda que se llama «La Tienda», y que venden vino, café y chocolate. Pero luego esto es pura mentira. La realidad es que es un chiringuito cuyo dueño abre la tienda cuando le sale del ombligo, invita a sus colegas, y se tiran bebiendo vino, cerveza, café, y comiendo pinchos hasta las mil. Yo les he llegado a ver un día a las 3 de la mañana. El símbolo que distingue si la tienda está abierta o cerrada es una bandera de España que el dueño cuelga cuando abre, y recoge cuando cierra.

El balcón de mi casa!

La calle, aún siendo céntrica, está recogida, y no es muy transitada por coches. Así que en este sitios se alberga el Roots Café, famoso  en la ciudad porque es el único sitio donde permiten fumar porros! Lógico, teniendo en cuenta las pintas de la dueñas… una estupenda señora de más de 50 años, con pintas de perroflauta y rastas hasta el culo. Alguna vez me la he cruzado por la calle y siempre me choca verla con su edad y esas pintas 😀

Y la última, que me enteré hace un par de meses porque me la dijo mi vecino Fernando, que es un actor Argentino que lleva viviendo aquí 13 años, es que el jardín de mi casa limita con un … cementerio!!!! Joder, como en las películas de miedo!!! En este caso es un cementerio judío, y en el están enterrados los padres de Karl Marx. Sólo lo abren una vez al año, pero no pillé la fecha, así que no lo he podido visitar, lástima!

Así que este es el sitio en el que he vivido durante 5 meses en la segunda parte de las aventuras luxemburguesas que van tocando a su fin… aunque todavía me quedan visitas, aventuras y desmantelamiento. A disfrutar!